En América Latina, las instituciones pertenecientes a la salud pública fueron de las primeras en comenzar a funcionar utilizando energía solar fotovoltaica debido a que presentar un costo menor que la convencional, muestra mayores facilidades para su instalación y generación producida in situ y es capaz de proporcionar electricidad de alta calidad para refrigeración de vacunas, alumbrado, comunicaciones, aplicaciones médicas, suministro de agua limpia y sanitaria.
El presente proyecto consiste en dotar de paneles solares a los centros de salud y las oficinas de administración que conforman el Servicio Nacional de Salud (SNS) en todas las demarcaciones, rurales y urbanas, del país.